LA NOCHE EN QUE LA LUNA ERA UNA ARANA
La noche en que la luna era una araña
corrimos.
Nadie se quedó.
El cielo se volvió tan negro como tus ojos.
Empezaba a llover.
Velas en el aire
se soltaron.
Velas rojas.
Te reiste.
La luna era una araña. Un listón de sangre bajaba del cielo
al techo de nuestra casa.
Rojo y negro.
Tratábamos de cantar.
Hacía frío.
En la red del cielo
donde colgaban los huesos
vi
algo que pensé que era tu cara. El raspar de ruedas sobre roca en la oscuridad de la luna. Comienza:
La noche en que los soldados pasaron rodando
me levanté de nuestra cama,
las manos atadas detrás de la espalda,
y miré.
Intentabas soñar.
Un carámbano de hilo se rompió del cielo y penetró mi corazón. La luna era una araña.